El Arsenal vuelve a tropezar y se complica un poco más la Premier

El Arsenal consumó un nuevo tropiezo (2-2) contra el West Ham en el derbi londinense y se complica aún más la vida en la Premier League. Con este empate, que es el mismo resultado de la jornada anterior ante el Liverpool, los de Mikel Arteta ven peligrar seriamente el liderato. Más aún observando por el retrovisor como viene el Manchester City, que en su partido frente al Leicester volvió a ganar y que, tras el pinchazo del conjunto de Londres, se pone a cuatro puntos de la primera plaza con un partido menos.

Los gunners arrancaron como un ciclón y se las prometían muy felices anotando sus dos tantos en los diez primeros minutos de encuentro. El primero de ellos llegó tras una jugada marca de la casa del equipo de Arteta que, tras una combinación espectacular de pases tanto en la frontal como dentro del área, remató Gabriel Jesus, que sólo tuvo que empujarla con la zurda.

Apenas tres minutos más tarde, Ödegaard recibió un centro dibujado a la perfección por Martinelli e hizo el segundo ajustando su cuerpo para cuajar un disparo brutal con la zurda que no pudo repeler el guardameta del West Ham. Sin embargo, la tarde se empezó a complicar para el Arsenal cuando el equipo dirigido por David Moyes provocó un penalti en su primera llegada al área. Benrahma fue el encargado de transformarlo y batió a Ramsdale para acortar distancias.

Del 1-3… ¡AL 2-2! 😮

Bukayo Saka mandó al limbo el penalti y Jarrod Bowen aprovechó un despiste de la defensa del Arsenal y pone el empate para el West Ham 👀#PremierLeagueDAZN ⚽ pic.twitter.com/uXQ09uHLqj

— DAZN España (@DAZN_ES) April 16, 2023

La jugada de la desgracia para el Arsenal llegó pasado el minuto 50. Bukayo Saka mandó fuera por mucho un penalti que habría sentenciado prácticamente la contienda y, tras el saque de puerta, el West Ham puso las tablas en el marcador con un gol de Bowen aprovechando un despiste de la defensa gunner. Los de Arteta no supieron reponerse del mazazo y fueron incapaces de deshacer un empate que, a falta de siete jornadas, hace peligrar más que nunca el título de Liga.